La Guerra Penínsular 1808-1814

El ejército británico comandado por Sir Arthur Wellesley desembarcó el 1 de agosto de 1808 en Figueira (Portugal); ésta fue la primera acción de una guerra que iba a durar casi seis años y que iba a terminar con el triunfo de Wellesley en el sur de Francia en 1814. Al año siguiente, 1815, Wellesley, por entonces Duque de Wellington, venció en la definitiva batalla de Waterloo con un ejército que era una mezcla de británicos, holandeses, belgas, hanoverianos, brunswickers y otros contingentes de distintos estados europeos.

No vamos a profundizar demasiado en las campañas o batallas luchadas por el ejército británico entre 1808 y 1815 pero será necesario hacer un breve repaso de los acontecimientos que ocurrieron antes y después de la batalla de Salamanca.

La Coruña17 de agosto de 1808: batalla de Roliça y cuatro días más tarde de Vimeiro. Estos triunfos de Wellington expulsaron a los franceses de Portugal y fueron la primera amenaza seria al poder napoleónico en la Península.

Convención de Sintra: se negoció un tratado por el cual los franceses derrotados fueron evacuados de Portugal en barcos británicos y además conservando el botín conseguido y las armas. Este convenio tan favorable al enemigo francés dio lugar a un escándalo en Gran Bretaña y Wellington tuvo que afrontar una investigación.

Mientras tanto el mando del ejército británico en Portugal pasó a manos de John Moore. Este magnífico militar sin embargo esperó ingenuamente apoyo militar español y al final tuvo que retirarse en la peor de las condiciones hacia La Coruña en una de las experiencias más traumáticas de la Guerra Peninsular. El 16 de enero de 1809 Moore fue mortalmente herido aunque el ejército puedo embarcar relativamente a salvo hacia Inglaterra.

En abril de 1809 Wellington vuelve a comandar el ejército, liberado de todo cargo de favorecer al ejército enemigo.

El 12 de mayo de 1809 cruza el Duero en Oporto en una de las acciones más audaces de la Guerra Peninsular y expulsa a Soult y a su ejército de Portugal.

Dos meses más tarde lucha en Talavera y logra una dolorosa victoria con la que gana el título de Lord Wellington.

Durante catorce meses no hubo mucha lucha ni grandes movimientos y Wellington se limitó a esperar en la frontera la previsible invasión francesa de Portugal.

La invasión llegó en el verano de 1810 cuando el ejército de Massena tomó Ciudad Rodrigo y Almeida y forzó a Wellington a retirarse al interior de Portugal.

Carga CaballeríaPreviendo lo que iba a pasar Wellington ordenó construir unas líneas de fuertes y reductos a través de la península de Lisboa. Éstas formaban las famosas líneas de Torres Vedrás que iban a desbaratar completamente los planes de Massena. Wellington se paró una sola vez durante su retirada, en Buçaco, el 27 de septiembre de 1810, una batalla que dejó bastante tocado a Massena pero que no le impidió seguir hasta las líneas de Torres Vedrás.

Massena se retiró en marzo de 1811 con un ejército hambriento, desmoralizado y además perseguido por los ingleses.

En la primavera de 1811 Portugal volvía a estar libre de tropas francesas.

El año de 1811 vio duras luchas: Fuentes de Oñoro entre el 3 y el 5 de mayo y Albuera el 16 de mayo.

El año se pasó con una serie de movimientos y contra movimientos de ambos ejércitos hasta que llegó el invierno de 1811-12.

El 8 de enero de 1812 los soldados aliados llegan a las murallas de Ciudad Rodrigo. La ciudad se tomó al asalto después de once días de trabajo en las trincheras. Hay que decir que los soldados británicos se comportaron con la población más como bárbaros saqueadores que como libertadores.

Al mes siguiente Wellington se fue hacia el sur y el 17 de marzo comenzó a asediar la impresionante fortaleza de BadajozBadajoz. La ciudad se tomó el 6 de abril de 1812 con resultados atroces debido a los excesos que los ingleses cometieron con la población.

El 22 de julio de 1812 El ejército aliado machacó a Marmont en la batalla de Salamanca.

Se llegó a Madrid el 12 de agosto pero dos meses y medio después los aliados de retiraron de nuevo a Portugal después del desastroso intento de tomar Burgos.

En la primavera de 1813 Wellington volvió ganar fuerza y en mayo comenzó de nuevo a marchar hacia España culminando la campaña en la gran victoria de Vitoria el 21 de junio de 1813. Fue la victoria más decisiva porque ya no hubo marcha atrás para el ejército de Wellington.

Los franceses fueron expulsados de la Península y tuvieron que escapar a través de los Pirineos. San Sebastián cayó en agosto de 1813 y el 7 de octubre las tropas británicas cruzaron el Bidasoa y se encontraron luchando en Francia.

La penúltima batalla de la Guerra Peninsular se luchó el 27 de febrero de 1814 en Orthes.

La batalla final fue la de Toulose el 10 de abril de 1814, batalla que no era necesario haber luchado ya que Napoleón había abdicado cuatro días antes.

Incluso después de esta batalla hubo escaramuzas en Bayona que tuvieron como resultado 1.500 bajas en ambos bandos en lo que fue una acción bélica totalmente innecesaria.

La Guerra Peninsular había terminado pero todavía quedaba una última batalla para acabar definitivamente con Napoleón. Después de un período de exilio en la isla de Elba Napoleón se escapó y volvió a Francia el 1 de mayo de 1815; así comenzaron los Cien Días que culminaron en la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815. Fue el logro culminante del ejército de Wellington, compuesto por "la escoria del mundo" en palabras de su propio general en jefe.