Biografía:
Arthur Colley Wellesley
"duque de Wellington"
Arthur Colley Wellesley, duque de Wellington (1769-1852), militar y político británico, primer ministro (1828-1830; 1834), derrotó definitivamente a Napoleón I Bonaparte en la batalla de Waterloo.
Nació en Dublín el 1 de mayo de 1769 y estudió en el Eton College y en la Academia Militar francesa de Angers. Sirvió como alférez del Ejército británico en 1787 y fue elegido miembro del Parlamento irlandés en 1790. Durante la guerra de la Primera Coalición (que enfrentó al régimen salido de la Revolución Francesa contra una alianza formada por la mayoría de los países europeos, desde 1793 hasta 1797), participó en la desafortunada campaña librada contra las fuerzas francesas en los Países Bajos en 1794 y 1795. En 1796, Wellesley, que había ascendido a coronel, se trasladó a la India, donde su hermano, Richard Colley Wellesley, fue nombrado gobernador general en 1797. Participó en varias campañas militares; en la batalla de Assaye de 1803 venció a los mahrattas de Peshwa, tras haber alcanzado el grado de general, y logró pacificar la región. Regresó a Gran Bretaña en 1805, donde se le concedió el título de sir y fue elegido miembro del Parlamento británico.
Wellesley tomó parte en las denominadas Guerras Napoleónicas. Luchó en las campañas emprendidas contra Francia y sus aliados en Hannover (1805-1806) y Dinamarca (1807). En 1808, tras cancelar sus preparativos de enviar una flota para liberar a las colonias americanas del dominio español, recibió el mando de las tropas británicas enviadas a Portugal; fue allí donde, en 1810, utilizó por primera vez su estrategia consistente en devastar el terreno que se dejaba atrás a medida que avanzaban las tropas. Durante la guerra de la Independencia española (1808-1814), que concluyó con la expulsión de los ejércitos de Napoleón de toda la península Ibérica, las fuerzas de Wellesley obtuvieron una serie de victorias decisivas, sobre todo en Talavera de la Reina (1809), Ciudad Rodrigo (1812), Badajoz (1812), Arapiles (que, el 22 de julio de 1812, abrió el camino hacia Madrid, la cual también tomó ese año), Vitoria (1813) y en la ciudad francesa de Toulouse, donde derrotó finalmente a los ejércitos napoleónicos (1814). Wellesley, destacado miembro del que pocos años después sería el Partido Conservador británico, se opuso durante estas campañas a las Cortes de Cádiz y a la Constitución promulgada en 1812 por éstas, manteniéndose partidario de la restauración del absolutismo del rey Fernando VII, pese a lo cual, y debido a sus triunfos militares, recibió el rango de generalísimo del Ejército español y los títulos de vizconde de Talavera y duque de Ciudad Rodrigo. En 1814, se le otorgó el título británico de duque de Wellington.
Fue uno de los representantes británicos en el Congreso de Viena, convocado para rectificar las fronteras europeas creadas por Napoleón y consensuar un nuevo marco para las relaciones internacionales. Las deliberaciones de esta conferencia se vieron interrumpidas en febrero de 1815, al conocerse la huida de la isla de Elba llevada a cabo por Napoleón, que regresó a Francia y reanudó las hostilidades durante el denominado periodo de los Cien Días. Wellington asumió el mando del principal Ejército aliado. El 18 de junio de 1815, con el refuerzo de las tropas del mariscal de campo prusiano Gebhard Leberecht Blücher, derrotó definitivamente a Napoleón en la batalla de Waterloo. Permaneció en Francia durante tres años como jefe del Ejército aliado de ocupación.
Regresó a Gran Bretaña en 1818 y se le concedió un cargo en el gabinete tory presidido por Roberts Banks Jenkinson, segundo conde de Liverpool. En esta época, ayudó a los exiliados españoles refugiados en Inglaterra, al considerarlos excombatientes de las guerras contra Napoleón. Abandonó su puesto gubernamental en 1827, cuando pasó a ser comandante en jefe del Ejército británico. El rey Jorge IV insistió en su nombramiento como primer ministro, en 1828. Durante su mandato, Wellington se granjeó la enemistad de los elementos más conservadores del partiar tory debido a la promulgación de la Ley de Emancipación Católica en 1829. Poco después, provocó la irritación del electorado británico por oponerse a la reforma parlamentaria, lo que le obligó a dimitir y provocó la formación de un gabinete whig en 1830. Mantuvo su escaño de diputado y volvió a ocupar brevemente el cargo de primer ministro en 1834; cuando los tories regresaron al poder, pasó a ser ministro de Asuntos Exteriores (1834-1835) dentro del gabinete de Robert Peel. Resultó de nuevo nombrado comandante en jefe del Ejército británico en 1842, función que desempeñó hasta su fallecimiento, que tuvo lugar en Walmer Castle (Kent), el 14 de septiembre de 1852. Fue enterrado en la catedral de Saint Paul de Londres.